Un dia pedí que te fueras, lo desee con tanta fuerza que cuando abrí los ojos ya no estabas, dolió al principio pero luego nada, y luego más nada. Cuando creo que desapareciste al fin, recibo tus cartas, me hacen rememorar nuestros tiempos pasados.
Entonces te llamo pero no respondes y cuando menos lo espero te me apareces, estás en lo despreciable, en lo sucio en lo que más me cansa, aunque otras veces tu brillo me sorprende, brillas tanto que erizas mi piel, con tu aliento me quemas por dentro me arrancas el alma para ponerla en su lugar.
Te vuelvo a buscar pero no estás aquí, estoy seguro que nunca regresaras porque yo escribo las cartas, yo pongo tu rostro en lo inmundo y en lo celestial, yo me arranco el alma para sentir como no soplas más,¡has muerto! enterré una caja vacía para tu descanso pero siendo honesto seré yo quien descanse más.